Controlar las poblaciones de insectos, ácaros y hongos perjudiciales en nuestros jardines de forma natural, es una realidad, ya que se disponen de conocimientos suficientes para utilizar el potencial antagónico de ciertas plantas y sustancias para combatir, repeler y mantener en nivel manejables a estas dañinas plagas sin necesidad de utilizar productos químicos.
Olores repelentes
El uso de los olores es una de las herramientas más conocidas y eficientes en el control biológico de diferentes tipos de plagas. Plantas como la zabila, romero, ajo, menta, manzanilla, lavanda, orégano, albahaca se caracterizan por su poder repelente y propiedades antifúngicas, por lo que su inclusión en jardines es de gran importancia.
Una forma eficaz de utilizarlas es creando cercos vegetales donde de acompañen por lo menos tres de las planta ya mencionadas.
Aprovechando estas propiedades repelentes también pueden hacer infusiones de estas plantas, especialmente las de ajo y rociar de 3 a 4 veces por semanas sobre plantas infectadas por hongos, ayudando a combatirlo y evitando de nuevo su aparición.
Otra aplicación validad para libraros de los pulgones es rociar las hojas con una solución de agua y jabón, creando una capa de jabón sobre los pulgones que los elimina paulatinamente
Otros atrayentes
Muchos son los insectos que son atraídos por los colores de plantas, arbustos y frutales de los que suelen alimentarse, por lo que diseñar cultivos de flores con variedad plantas y tonalidades de colores es una excelente idea. Logrando confundir a los depredadores y obligándolos a buscar en otro lugar.
Otra forma de reducir las plagas del jardín es utilizado platos de colores amarillos y verdes que son los colores más llamativos de moscas e insectos cubiertos de cualquier sustancia adherente o pegajosa para atraparlos y posteriormente eliminarlos. Cuando se desee capturar laguna plaga en específico se puede colocar en estas trampas un atrayente con feromonas u otro
Todos los insectos que atacan nuestros jardines forman parte de una cadena alimenticia, de manera que si incrementamos la presencia de sus depredadores naturales estaremos disminuyendo significativamente su incidencia en nuestros jardines.
Esto se puede lograr con la instalación de cajas de nido, de 2 a 3 en espacios pequeños, con lo que atraeremos a los pájaros que eventualmente se alimentaran de los insectos que atacan las plantas.