El desempeño sexual del hombre está basado en aspectos físicos y psicológicos que se evidencian en una erección, que debiera ser firme, duradera y de eyaculación oportuna. Sin embargo el verdadero potencial sexual del hombre esta determinado por su capacidad de llevar a su término natural el coito, es decir lograr el orgasmo de la mujer y el propio.
Aspectos a considerar para convertirse en un amante formidable.
Estimulación femenina, al igual que en el hombre esta abraca el ámbito psicológico y el físico, siendo el primero de ellos de suprema importancia, ya que toda mujer tiene la necesidad de sentirse deseada, amada y aceptada por su pareja para así experimentar a plenitud los placeres del sexo.
La estimulación psicológica puede realizarse antes y durante el acto sexual, pues su propósito es crear un ambiente sensualidad, fantasía, misterio, deseo y excitación en la mente femenina que predisponga su cuerpo al encuentro sexual y al deseado orgasmo.
El estímulo psicológico es logrado gracias a las manifestaciones de sentimientos, emociones, palabras y gestos con toque picante y provocativo que no podemos dejar de poner en practica.
La parte física abarca desde las caricias del juego previo hasta la intensidad y frecuencia de la estimulación del clítoris y punto G.
Los músculos pubococcigenos
Unos trucos para no eyacular en el momento menos indicado son el fortalecer y contraer a voluntad los músculos pubococcigenos o PC, responsables de interrumpir el flujo al orinar cuando voluntariamente se contraen y que durante la relación sexual se contraen involuntariamente al momento del orgasmo masculino.
Su fortalecimiento se logra con ejercicios de contracción y relajación voluntaria durante algunas semanas, comenzando con una contracción que no exceda los 4 segundos y repitiendo este ejercicio unas 10 veces consecutivas de 4 a 6 veces al día.
En la medida que transcurre el tiempo se debe incrementar el tiempo de contracción y número de repeticiones por día.
Una vez tonificado los músculos PC se obtendrá una erección mas firme y que permitirá no eyacular en el coito hasta lograr el orgasmo en la mujer, ayudándose con una contracción firme de estos músculos tan pronto se perciba el deseo de eyacular.